En junio de 2015, el Altísimo me permitió descifrar los capítulos 70-82 de los cursos de las luminarias celestiales del Libro de Enoc. Este texto ha estado perdido durante 500 años en la traducción moderna debido a la cosmovisión heliocéntrica de Copérnico. El enigma se resolvió con la Tierra plana como clave para descifrar el Libro de Enoc. En este último libro de la trilogía, explico la conexión de los lados del norte con el trono de Dios, el monte de la congregación, la escalera de Jacob, la Nueva Jerusalén, el pozo sin fondo y el abismo abismal que, situado en el Polo Norte, es la puerta de entrada al interior hueco de la Tierra. Una montaña magnética está centrada allí rodeada por un remolino gigante que succiona y arroja los océanos alternativamente cada seis horas, lo que provoca el ritmo de las mareas. Al aceptar la Tierra como un "disco plano con el borde vuelto hacia arriba" descrito por August Picard, se puede desbloquear la cosmología geocéntrica afirmada por la Biblia y otros textos como Enoc. (464 páginas)
Mientras buscaba información para la publicación de mi noveno libro, La Tierra plana como clave para descifrar el libro de Enoc, llegué a comprender que la Biblia no sólo respalda la premisa de que la Tierra es un plano circular plano, sino que está cubierta por el firmamento como un dosel sólido y transparente parecido a una cúpula. Esto me llevó a revisar los textos canónicos y extrabíblicos, como El libro de Enoc, El libro de Jaser, El libro de los Jubileos y muchos otros, para ver si no sólo afirmaban tal idea, sino si contenían otra perspectiva poco conocida que pudiera explicar este asunto de alguna manera detallada. Este libro es el resultado final de esa búsqueda y recopilación de todas esas referencias de fuentes. Y debido a que incluyo en este estudio mucho material extrabíblico con el que pocos están familiarizados, dudo que alguien pueda encontrar una investigación más completa del firmamento como tema que la que se presenta aquí. El buscador del paraíso perdido puede parecer un tonto para aquellos que nunca han buscado los otros mundos. (474 ​​páginas)
Con un renovado interés en el carácter del profeta Enoc, decidí publicar en letra de 14 puntos no sólo la traducción de RH Charles Oxford del Libro de Enoc y la traducción de Richard Laurence del Libro de los Secretos de Enoc, sino también recopilar con ellas fuentes tan oscuras como el reciente descubrimiento en 2005 del Relato griego de Enoc el profeta, los fragmentos arameos de los Rollos del Mar Muerto de 1 Enoc, Ogdias el Gigante, el Libro maniqueo de los Gigantes, el Midrash de Semhazai y Aza, el capítulo 100 del Kebra Nagast, la Visión armenia de Enoc el Justo, el Tercer Libro hebreo de Enoc, el Apócrifo copto de Enoc y las Dos Tablas eslavas de Enoc. Proporcionar todas estas fuentes juntas en una sola colección puede ayudar mejor a quienes buscan comprender más completamente a Enoc, su vida y su relación con los Vigilantes y los Gigantes. Esta colección explica mejor el contexto de los pocos textos enoquianos que aún tenemos de aquellos que nos quedaron con mayor capacidad y consideración. (410 páginas)
Poco después de aceptar la Tierra plana como modelo para el mundo, decidí volver a leer el Libro de los Cursos de las Luminarias Celestiales para ver si mi nueva comprensión reflejaría de alguna manera lo que Enoc estaba compartiendo sobre el movimiento del sol y la luna. Cuando comencé a leer los capítulos 71-82, descubrí, para mi total asombro, que era capaz de captar esos pasajes. Supe entonces que la visión que el ángel Uriel le había mostrado a Enoc sólo podía ser descifrada si uno fuera a imaginar la descripción de Enoc de la revolución del sol y la luna. Visto desde arriba, el plano circular de la Tierra, como lo describe Isaías; y que Enoc debe haber sido llevado quizás hasta donde está Polaris, centrado directamente sobre el Polo Norte, y mientras miraba hacia abajo al fondo de la Tierra, recibió instrucciones sobre los movimientos tanto del sol como de la luna. Sin tal concepción, es en mi opinión imposible aplicar estas descripciones al modelo de la Tierra como un planeta esférico. (398 páginas)
Este libro representa la compilación exhaustiva de notas que reuní de mi trilogía de la Tierra plana para crear mi presentación en la 2da Conferencia Internacional de la Tierra Plana, celebrada en Denver, Colorado, del 14 al 18 de noviembre de 2018. El discurso se centró en cómo Dios me llevó a descifrar el Libro de Enoc sobre los Cursos de las Luminarias Celestiales. Debido al adoctrinamiento de las humanidades en el modelo heliocéntrico copernicano para comprender el mundo, el conocimiento de cómo las huestes celestiales se mueven en círculo alrededor de la Estrella Polar y no del sol, se ha perdido durante los últimos 500 años. Mi discurso y este libro explican con gran detalle cómo comprender la visión que el ángel Uriel le dio a Enoc sobre el intrincado funcionamiento de las huestes celestiales en la creación del mecanismo universal de relojería de la creación. También contiene como extra las fotografías de Laurel Austin de los oradores y asistentes de la Primera Conferencia Internacional de la Tierra Plana, celebrada en Raleigh, Carolina del Norte, el año anterior.
Una élite mundial que gobierna en la sombra ha sumido a la humanidad en la más profunda ignorancia acerca del mundo en el que vivimos. A través de la NASA, del sistema educativo y de los medios de comunicación, nos han hecho creer que la Tierra es una esfera que gira sobre su eje a 1.600 km/h, mientras orbita alrededor del Sol a 107.000 km/h. A su vez, nos han dicho que el Sistema Solar orbita a 792.000 km/h alrededor de la Vía Láctea, la cual se mueve a través de un sistema de millones de galaxias a 965.000 km/h. Junto a todo eso, se supone que este sistema de millones de galaxias está viajando por el Universo a 2.160.000 km/h.
